Las puertas del alma es un texto donde se reflejan las puertas que todos llevamos en el interior del alma. Algunas hermosas y otras oscuras que es mejor que permanezcan cerradas
En el alma existen muchas puertas. También existe la puerta oscura que siempre está cerrada a cal y canto. Al otro lado de ella están los monstruos. Los seres deformes que arrastran pesadas cadenas de dolor y proyectan sus almas oscuras sobre la luz. Es la puerta del infierno. La puerta del espanto. Donde se congelan los sentimientos y el alma se repliega sobre si misma intentado no sentir el inmenso vacío que todo lo envuelve como un pesado y opaco velo. A veces el bosque del alma esta en primavera y las terrible puerta parece no existir. La mariposas olvidan que fueron asesinadas y clavadas con alfileres negros. El sol no recuerda que hubo un tiempo en el que la oscuridad no parecía tener fin . Incluso los pájaros, que ahora todo lo llenan con trinos de luz han olvidado que no tenían alas y que vivían presos bajo un cielo que sólo era el techo de la inconsciencia más profunda. Hay momentos en que el bosque hasta parece un bosque normal, tan bonito y bello, tan cargado de vida. Pero de repente ocurre algo inesperado y la puerta encuentra la oportunidad perfecta para volver a dejar ver el infierno. Los monstruos desfilan de nuevo y las preguntas sin respuestas se agolpan sin guardar ningún tipo de orden. Como sentimientos mal educados que sólo persiguen su propio propósito sin importarles martillear el alma hasta hacerla sangrar. Todo se vuelve del revés. Las mariposas dejan de volar entre las flores de primavera. Sus alas vuelven a estar clavadas de nuevo sobre sofisticados cuadros. Allí permanecen inertes con las alas impregnadas de muerte. La puerta del infierno se ha tragado la primavera y la luz y en el oscuro silencio sólo se escuchan sollozos. La Lluvia de lágrimas empieza a caer sobre la Naturaleza muerta.
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