Un bello caballo blanco alado. Sobre su grupa va toda la humanidad
Nosotros los humanos somos tan inexplicablemente extraños.Somos una raza verdaderamente insólita y sorprendente.
Al principio de los tiempos. Aquellos tiempos que nadie recuerda nos regalaron un caballo blanco alado de alma celeste en la que lleva un Paraíso luminoso.Un caballo mágico llamado creación.
No existe mayor magia que la propia creación del mundo y de la vida.
La maravilla de ríos que fluyen con agua cristalina donde planea el ave y canta la verde y escurridiza rana. Las cataratas que caen en cascadas luminosas con ojos cristalinos donde se refleja el sol.
Los océanos con sus profundidades más allá de nuestras almas y misterios más allá de nuestra compresión.
Y sin embargo que raza tan insólita somos los humanos, ¡Que seres tan extraños!.
Cargamos a ese maravilloso caballo blanco con tanta miseria que apenas puede volar. Le faltan las fuerzas para hacerlo y poco a poco se debilita intentando alzar el vuelo sin conseguirlo.
Quizás no lo vemos o no queremos verlo. Tal vez sólo lo ignoramos. Pero todos vamos subidos en su grupa y cada vez que pierde las alas, perdemos una parte de nuestra alma.
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