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viernes, 1 de noviembre de 2019

¡Estos están acostumbrados a colarse delante de todo el mundo!

Hay personas en este mundo a las que no se como llamar si malas o ignorantes. Prefiero quedarme con lo segundo porque de esta forma aún puedo tener esperanza en que la bondad del ser humano prevalece por encima de su maldad y así de esta forma a pesar de las locuras que se cometen en este mundo nuestro puede prevalecer la esperanza.

Les voy a relatar una historia muy breve y cada uno de ustedes saquen sus propias conclusiones.
En una fiesta popular donde todo el mundo sale y los bares y espacios públicos están llenos. La mayoría de personas salen a la calle y al decir la mayoría también incluyo a las personas que por desgracia no están bien de salud. Porque lógicamente ellas también tienen derecho a salir a la calle como los demás. Aunque no tengan derecho a ser como los demás si tienen derecho a que se les desprecie o se les trate mal.
La primera historia trata sobre barreras arquitectónicas:
La persona que va en su silla de ruedas pero no puede acceder al bar donde todos están disfrutando de sus grandes maravillas por la sencilla rezón de que sólo pueden acceder los privilegiados que pueden subir ese escalón.
A nadie le importa el tema porque los que van en sillas de ruedas están acostumbrados a colarse delante de los demás y a tener grandes privilegios. Perdonen mi ironía, me suele ocurrir cuando la amargura por la falta de sensibilidad y respeto me llega alma.
El segundo caso es el de una señora mayor que aparentemente está tan sana como una pera limonera. Desgraciadamente es tan dulce que hasta su sangre lo es. Lamentablemente padece diabetis y se tiene que medicar diariamente. También le gusta salir como a la anterior persona de la silla de ruedas y ella si puede salvar el escalón pero no la dulzura.
Pide su comida. Se sienta y se toma su medicación. Su dulzura empieza a bajar con lo cual empieza a sentirse mal. Con mucho respeto y aunque no le gusta hablar de su problema se dirige a una de las personas que sirven las mesas para explicarle lo que le ocurre y la otra persona pasa olímpicamente del tema. Le dice que está en la lista des espera que cuando le toque ya la atenderá y es que esto de colarse delante de los demás es un delito muy grave yo diría que imperdonable. Perdonen que me vuelva a salir la ironía otra vez, no puedo evitarlo. ¡Esta gente que se creen privilegiadas, que no tienen espera y que se creen que se lo merecen todo hay que ponerlas a raya!
¡Y si saben el problema que tienen que no salgan de casa o tomen sus propias medidas porque en esta vida cada cual va a lo suyo!

¡Viva el egoísmo!
¿Ignorancia o maldad ustedes que opinan?
Creo en Dios aunque a algunos les pueda resultar pasado de moda y creo firmemente en esto: Con la vara que mides serás medido
Pobres ignorantes que un día lloraran las mismas lágrimas que hoy hacen derramar a los demás
sentirán el mismo dolor que hoy infringen



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1 comentario:

  1. Hola amiga como estas. Me alegra pasar por este blog tan bonito. Te invito a que pases por el mio es relatoscortosjael.blogspot.com
    Soy Estela Caruso de google+ no se si te acordas de mi.

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