La contemplé desde el alma.
No hizo ruido. No pidió atención.
Pero su silencio… tenía forma.
Tenía color y dolía en el corazón.
El lazo rosa no adornaba:
recordaba una sinrazón.
Sus ojos no se abrían al mundo,
solo se cerraban al dolor.
Y su boca, quieta…
no por paz, sino por miedo.
Me quedé allí, inmóvil,
y su figura me habló sin palabras:
"¿Qué harías tú… si fueras yo?"
No sé si todos la verán.
Pero quienes han amado,
perdido y caído…
la sentirán en lo profundo.
Puede que no digan nada,
pero algo dentro de ellos
ya no será igual.
Y gritará, silencioso, en su corazón.
No hizo ruido. No pidió atención.
Pero su silencio… tenía forma.
Tenía color y dolía en el corazón.
El lazo rosa no adornaba:
recordaba una sinrazón.
Sus ojos no se abrían al mundo,
solo se cerraban al dolor.
Y su boca, quieta…
no por paz, sino por miedo.
Me quedé allí, inmóvil,
y su figura me habló sin palabras:
"¿Qué harías tú… si fueras yo?"
No sé si todos la verán.
Pero quienes han amado,
perdido y caído…
la sentirán en lo profundo.
Puede que no digan nada,
pero algo dentro de ellos
ya no será igual.
Y gritará, silencioso, en su corazón.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.