Era azul como el cielo en un día de primavera, cuando el sol acaricia la piel y las flores hacen coros de fragancias.
Azul como el río que nace en la montaña mágica de las hadas, donde todo es posible.
Atado a los cabellos de mi infancia. Acariciando mis mejillas.
Jugaba en el cielo a atrapar a las cigüeñas zancudas que volaban sobre la laguna de cristal.
Mi lazo hecho de cielo y de viento hablaba de libertad.
En el azul de mis sueños infantiles, de mis juegos, de mis lágrimas.
Y en mis pupilas de inocencia se reflejaba la luz celeste de mi alma.
Muy tierno. El recuerdo de la niñez en juego de palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias Melania por tu comentarios. Te deseo una hermosa semana.
ResponderEliminar