me descargué de tu presencia,
dejé de malgastar mi valioso tiempo,
entre tus grises y añejos recuerdos,
dejé de no vivir, mi valiosa existencia.
Pasó la moda de odiarte,
Demasiada energía malgastada,
demasiada vida desperdiciada,
en cosas tontas, sin importancia.
Me desprendí de ti, del títere
viejo y feo, de tu recuerdo.
Le dije adiós al odio/fuego,
que me dejaba sola y encallada
en una playa solitaria.
Pasó la moda de odiarte,
le dije adiós hace mucho tiempo,
me despedí de los días malsanos,
de los momentos en el infierno.
Ya no necesito tu recuerdo,
no necesito anclar mi barca
nuca más en el pasado.
Para mis hombros doloridos,
la mochila pesaba demasiado.
En ella estabas tú y tu carga,
en el fondo, oculto entre maleza,
viejo y feo títere de feria.
Te arrojé a un río de aguas cristalinas,
en él no había depredadores, ni pirañas,
sólo el hastío de ver la misma máscara
cada día, viviendo de apariencias, sin vida.
Y mientras tú te hundías en el trastero
del olvido y en la opaca indiferencia,
vi los primeros rayos de sol filtrados
a través de mi maltrecha mochila,
ya sabes, pasó la moda de odiarte,
llegó la moda de quererme a mi misma.
Muy sabios los pensamientos que encierran tus versos...
ResponderEliminarMuchas gracias Maríjose. La vida es corta amiga. Hay que aprovecharla en cosas que nos llenen el alma de aprendizaje, paz y felicidad. La vida es un regalo, desperdiciarla sería ser poco agradecido. Feliz semana amiga y muchas gracias por pasar y comentar.
ResponderEliminarPrecioso, y es cierto; mejor vivir la vida que desaprovecharla pensando en alguien que no se merece ni tu odio. Me ha encantado. Un beso
ResponderEliminarEs precioso y tienes razón: es mejor vivir la vida, que es un regalo, que desperdiciarla pensando en alguien que no se merece ni tu desprecio. Me ha encantado. Un beso
ResponderEliminarAsí es amiga Chari. Gracias por tu comentarios. Te deseo un fin de semana maravilloso.
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