Hace mucho tiempo vino a nuestro mundo un bello ruiseñor a cantar la melodía más hermosas, la que habla de la paz, el amor y la hermandad entre los seres humanos.
El ruiseñor vino a nuestro mundo a cantar la más bella melodía jamás escuchada, pero el oído del hombre no estaba aún preparados para escuchar y el ruiseñor fue perseguido hasta que le dieron caza y clavaron sus alas de mil colores en una triste madera vieja y carcomida.
El cielo se cubrió la faz con una manto negro y lloró la agonía del bello ruiseñor.
y los hombres que clavaron sus alas en aquel madero carcomido no sabia que el ruiseñor vino a este mundo a cantar el canto más bello, el del amor más sublime y maravilloso que existe. El amor que no pide nada y entrega lo mejor de si mismo.
Y aquella madera vieja y carcomida por donde resbaló la sangre del bello ruiseñor se cubrió de flores blancas como la nieve y en ellas quedó prendida la vida de los hombres entre pétalo y pétalo.
Se fue el ruiseñor con sus bellos trinos y sus alas se transformaron en el infinito que el hombre no puede abarcar con su mirada.
Se marchó el ruiseñor, voló hacia la eternidad. Feliz de haber dado la vida en aquel último canto que siempre resonará en los oídos del mundo.
Preciosa prosa, es para pensar si. Un abrazo.
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