Federico García Lorca nos habla en este poema de que al amanecer Soledad Montoya baja del monte. Una voz le pregunta por lo que está buscando y ella responde defendiéndose. Soledad Montoya está buscando su propio destino. La voz le augura que sus deseos acabaran destruyéndola. Soledad se lamenta de su propio destino. De su pena negra. Mientras tanto la Naturaleza sigue su propio curso.
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