Te voy a explicar algo que quizás no sabes o nunca te paraste a pensar y voy a empezar con una pregunta. Mejor dicho con varias preguntas:
1)-¿Alguna vez has pensado que cuando se hace daño a otra persona, ese daño aunque pidas perdón ya no tiene retroceso?
Podrás sentirlo en el alma, pero cuando se rompe una taza aunque la pegues muy bien las cicatrices de la rotura quedan para siempre
2)-¿Has pensado alguna vez en lo corta que es la vida?
No importa la edad que tengamos, la vida no depende de la edad. Todos tenemos una hora y un momento de marchar. Hay niños que mueren desgraciadamente sin haber vivido lo suficiente y personas que llegan a una avanzada edad. Nadie sabe donde tiene su momento y lugar.
3)-¿Te produce algún tipo de satisfacción hacer daño a otro?
Quizás te sientes bien haciendo daño. Puedes usar muchos argumentos para sentirte bien contigo mismo y poder pensar que haces lo mejor. Por ejemplo que se lo merece, que lo tiene bien merecido, que se lo ha buscado etc...
Puedes encontrar infinidad de argumentos para disculparte ante tu propia conciencia. Pero lo cierto es que no tienes disculpa alguna y que todo es una patraña inventada para poder dormir tranquilo todos los días con tus propios actos.
Después de estas tres preguntas, que ni siquiera se si te van a servir para reflexionar, pero espero que algo si te llegué. Después de estas tres preguntas vienen la traca final:
¿Sabes que muchas veces no es necesario hacer daño directamente, que hay muchas personas que utilizan a otras para hacer daño a una tercera?
¿Te han utilizado alguna vez para estos menesteres?
Piénsalo bien. Hay personas que manipulan a otros, para que hagan lo que ellos mismos quieren hacer. Son tan sutiles, que llenan tu mente y pensamientos de hermosas palabras que te envuelven para logar la manipulación perfecta.
Procura no juzgar a nadie. Procura tener cuidado con las buenas caras y las dulces palabras que brillan demasiado y te alegran los oídos y mirar bien antes de dar un paso. En esta vida los pasaos que damos ya no tienen retroceso. Puede pedir perdón, pero eso no soluciona el daño hecho
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