¿Y ahora qué?

 ¿Qué esperabas que hiciera?

Nunca me escuchaste porque no quisiste escuchar, tenías otras cosas más importantes que hacer. No es que no te perdone, no se trata de eso. Se trata de que no te quiero ver más en lo que me resta de vida.  Se lo que estás haciendo, no necesito verlo para saberlo, te conozco y se de todo lo que eres capaz. Por conseguir lo que quieres eres capaz de llegar a cualquier límite, sin importarte nada ni nadie. Te vas a morir igual que morimos todos, pero antes te vas a llevar contigo todo el daño que has hecho. Y seguirás con tu buena cara santificada y tus lindas apariencias y palabras, como si nada pasara. 

Realmente me pregunto si te ha valido la pena tantas intrigas, tantas mentiras y tanto teatro. Somos tan diferentes que no puedo entenderlo. Pero prefiero no entenderlo porque hay cosas que es mejor no entender. La posesión en vida y la posesión en una tumba del cementerio es importante para algunas personas. Aunque solo seamos tierra y en tierra acabemos convertidos, la posesión pasa a ser lo fundamental y lo más importante en la vida de algunos seres que transitan por este mundo. Incluso existe un artículo en la Ley que habla de la posesión y sus derechos. Me pregunto si una vez convertidos en esqueleto y en polvo seguiremos poseyendo o siendo dueños de algo...

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