Algún día cuando la luna se cubra de rojo,
llorará sangre la tierra y las raíces de mis pies
se multiplicaran hasta el infinito.
Mis venas serán torrentes abiertos,
para expulsaran el dolor
para expulsaran el dolor
y la desesperación.
Algún día mi grito sera tan fuerte
que atravesará el universo,
el sol se quebrará como un cristal
y todas la mariposas cautivas
en las almas sepultadas en vida,
serán libres, cruzaran el infinito
y cantaran en un bello susurro
y cantaran en un bello susurro
de libertad.
Algún día la sangre de mis venas,
rubricará mi pasado y mi dolor
y armará una terrible cadena,
las argollas serán mis lágrimas,
ellas Ceñirán tu corazón y tu alma,
hasta descarnarlos y cubrirse
con tu piel.
En mis labios sellados
con el sello que más pesa,
crecerá la más amarga retama.
Mi alma será el látigo,
Mi alma será el látigo,
que te hará vivir por siempre
lo que cosiste con alfileres negros.
Mira la estrella que hay sobre tu cabeza,
porque te aseguro que un día la mirarás
y habrá perdido el brillo estelar
para convertirse en negro carbón.
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