Pasar página significa llenar el jarrón de nuestra existencia con rosas frescas recién cortadas, perfumadas de esperanza.
Pasar página significa mirar el cielo azul que nunca hemos podido contemplar por tener nuestra mirada puesta en el pasado. Ser consciente de estar vivos, de respirar, de sentir el presente, el aquí y el ahora.
Pasar página significa arrojar las aguas sucias de los recuerdos que enferman cuerpo y alma y recoger nuevas aguas cristalinas para saciar nuestra sed de vida.
Pasar página significa mirar el camino del pasado sin dolor. Con la mirada del caminante que ha dejado las espinas lejos y ha extraído la esencia de la experiencia convertida en cicatrices que puede aceptar y tocar sin sentir ningún dolor.
Pasar página significa empezar en este preciso instante, en este nuevo día que nos regala la vida... Y sobre todo pasar página significa ser consciente de que somos aprendices, de que cada nueva experiencia forma parte de una lección de vida. Sentirnos afortunados por haber aprendido de las piedras más difíciles y dolorosas la mejor enseñanza de nuestra existencia en este mundo.
Pasar página significa abrir la puerta a la vida. Dar las gracias por la oportunidad de haber venido a este mundo sin lamentaciones. Agradecer el maravilloso regalo que se nos otorgó para aprender de cada tropiezo, de cada error, de caída sufrida.
Pasar página significa dejar el alma libre de ataduras, de odios, de rencores, dejarla volar sobre valles de calma y paz para que se nutra
con cada partícula de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.