El pequeño Gabriel juega
entre peces de colores
en el cielo, allá en el infinito
en un profundo y mágico
mar azul.
Ríe y juega feliz,
en ese lugar maravilloso
donde todo es paz y armonía.
Desde ese bello lugar,
mira a su mamá y a su papá
con el gran amor que inunda
su alma y su corazón
para decirles que no sufran
por él, que donde está,
es feliz.
Pecesitos de mil colores
nadan a su lado y juegan
con burbujas maravillosas.
Y nos recuerdan y nos dicen
a todos los humanos,
que las brujas no sólo
existen en los cuentos
encantados,
que siempre debemos
tener cuidado
con los pequeños
pescaditos que viven
en nuestro mundo,
tan indefensos
y vulnerables,
porque las brujas
a veces, están
más cerca
de lo que pensamos.
porque las brujas
a veces, están
más cerca
de lo que pensamos.
El pequeño Gabriel,
permanecerá siempre
en nuestro corazones.
y peces de mil colores
seguirán nadando
en nuestras almas.
Ahora nada puede tocarte,
nada pude dañarte
hermoso pescadito,
en el lugar maravilloso
en el que estás,
No existen las brujas
sólo Dios, la paz
y una inmensa luz.
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