una estatua de duro corazón de yeso
sin piel, sin lágrimas en las pupilas.
La encontró un día de lluvia,
tirada en un viejo vertedero,
rota, sucia, abandonada,
sobre una mohosa pileta.
Sin que nadie la buscara,
Sin que nadie la quisiera.
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Sin apenas darse cuenta
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Sin apenas darse cuenta
se prenda de la belleza
de las gritas de su alma
y la toma entre los brazos
con exquisito cuidado
y máxima delicadeza.
La lleva a su jardín
coreado por la vida,
como la más bella
princesa.
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princesa.
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Entre las manos modela
el cuerpo de nuevo,
con ternura, con paciencia
con esmero.
Cubre cada una de las grietas,
borra las roturas grises de sus pasos.
Quiere hacer de ella la más hermosa,
recrearse en la belleza más gloriosa.
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Cuando el artista termina la obra,
la coloca junto a la fuente
de peces de colores bulliciosa
y la contempla embelesado.
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sin saber el como ni el porque,
una grieta enorme se abre
en el pecho inmaculado.
Asustado se acerca a ella
con la herramienta de cincelado
para reparar posibles desperfectos
no vistos antes ni encontrados.
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Y sucede el gran prodigio,
y sucede el gran milagro:
La estatua de yeso alza la mirada
dejando oír la voz de fría talla:
-Buscas las belleza de tus ojos,
la materia de este mundo sin amor,
de yeso es mi viejo corazón,
desperfecto, lleno de grietas,
libre y feliz en su imperfección.
Tus manos me modelaron
buscando la belleza sin valor,
pero dentro de tanta perfección
está mi esencia, sigo siendo yo.
¡Mira artista!
¡Mira las grietas de mi alma!,
está pintada de gris, se resquebraja.
Devuélveme a mi lugar olvidado,
déjame seguir siendo la fría estatua,
deja que sobre mi se posen los pájaros
Llévame a mi vieja pileta,
donde crece libre la yerba entre musgo
verdinoso,
déjame artista ser la estatua que era.
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déjame artista ser la estatua que era.
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El hombre cae de rodillas ante ella,
con lágrimas en los ojos
comprende su gran torpeza.
Ella murió hace siglos,
pero él está muerto sin ella.
La quiso traer de nuevo a la vida
y sólo consiguió aniquilar
la belleza de su esencia.
Bonito poema y en tu voz suena bello de verdad. Un abrazo
ResponderEliminarAmiga María muchas gracias. Siento en el alma no haber podido responder antes a este comentario. Con los cambio de interfaz de blogger, no sabia por donde empezar. Muchas gracias otras vez y mil disculpas. Un abrazo.
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