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Con el tiempo aprendes
a sacar de tu vida
todo aquello que te daña.
Aprendes a quererte.
Aprendes cuidarte lo suficiente.
Aprendes a no permitir que nadie
sobrepase los limites de tu vida.
Y aprende a marchar de los lugares
donde no te valoran ni te quieren
y a valorar a las personas que te
entregan el corazón sin reservas.
Aprendes a mirar más allá
de las apariencias,
más allá de la hipocresía
y las buenas caras, producto
de una falsa careta bien pintada.
Con el tiempo creces como ser humano,
tu alma se moldea un poquito más
cada día
y aprendes a decir Adiós,
a poner barreras
y limites a aquellos que desconocen
la sensibilidad y se cubren de espinas,
que te desgarran el alma y el corazón.
Con el tiempo aprendes muchas cosas,
aprendes que llorar no es malo,
cuando se llora por lo que vale la pena
llorar
y que derramar lágrimas en el vacío no te beneficia
porque el vacío todo se lo traga, sin importarle
tus sentimientos, porque no tiene fondo.
También aprendes que las personas egoístas
no cambian y que intentar ponerles un poquito
de corazón en el pecho, no remedia el dolor
que reparten a su alrededor y que quizás ese
corazón que quieres colocar en un pecho
inanimado e insensible, es tu propio corazón
y te pude costar la propia vida.
Y así de esta forma aprendes a decir "No"
con todas las letras, alto y claro.
Y aprendes a marcharte y a desunirte
de todo aquello que no es natural
a tu vida y sólo la trastorna y daña.
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