Soñé en un sueño
muy profundo
muy profundo
con en el teatro del mundo.
Todos llevaban caretas
sobre la faz
de payasos reidores
de buenos samaritanos
de buenos aduladores
sin vergüenza
ni pudor...
Y me dijo Josefina
la vecina de la esquina,
que vio
al payaso de la
brillante sonrisa,
buscando la margarita
de la verdad,
para al fin poder llorar,
porque el corazón
de dolor le iba a reventar.
Que encontró a Don fulano,
el buen samaritano
buscando sus propias
manos,
para devolver lo que
nunca dio,
pero que tanto alabó.
Y al adulador de la luna
que ahora elogia al sol,
porque tiene mayor esplendor
Josefina la vecina de la esquina
Ya no quiso mirar más
y los ojos se tapó
y los ojos se tapó
era un mundo de mentiras
de caretas, de teatros
un mundo de pesadilla
un mundo de terror
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