Buenos días amigos. Hoy le voy a contar una historia muy antigua. Una Historia ha sido atribuido a un gran escritor griego llamado Esopo. Del siglo VI antes de cristo. Este relato contiene una gran reflexión y enseñanza. Hay cosas que no pueden cambiar por mucho que lo intentemos y deseemos hacerlo. La esencia de un escorpión es inyectar el veneno en el otro y eso hará, por la sencilla razón de que pase lo que pase nunca dejará de ser lo que es, un escorpión.
La Historia Rana y el escorpión
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Un buen día de primavera, se encontraba la rana Anastasia tomando el solo tranquilamente en el borde de una charca sobre una piedra.
Cuando de pronto se acercó un escorpión y con mucha cortesía y educación le dijo a la rana:
Señor rana usted podría cruzarme en río, yo no se nada y si lo hago acabaría ahogándome.
La rana tenía muy buen corazón aunque desconfiaba del escorpión y temía que este le picara y murieran los dos. Pero el escorpión le aseguro que eso no pasaría nunca porque si le picaba entonces los dos morirían. La rana quedo con vencida con el argumento del escorpión y aceptó su petición.
El escorpión subió sobre la espalda de la rana y está comenzó a nadar Ya llevaban a mitad del río cruzado, cuando de repente la rana sintió es picotazo del escorpión sobre su espalada.
Quedó totalmente asombrada y muerta de miedo preguntó:
¿Por qué me has picado y ahora cuando yo muera, nos vamos a hundir los dos en el agua y tú también vas a morir?
El escorpión respondió dándose de la proximidad de la muerte, al ver que la rana comenzaba a flaquear y a hundirse.
-Soy un escorpión rana y como tal mi naturaleza es inyectar mi veneno. No puedo evitarlo a pesar de que esto nos conduzca a los dos a la muerte.
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