Se acabaron los plazos
de sufrimiento,
Se acabaron los días
de lágrimas calladas.
Se acabaron los días
de aquel dolor que
se desangraba
poco a poco.
Y hasta se acabaron
los recuerdos y las ganas.
Ya no queda nada,
de los jirones
de dolor que todo
lo volvía amargo.
Te enterré hace
tanto tiempo,
que solo
queda el olvido sobre
tu tumba.
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