Translate

sábado, 18 de diciembre de 2021

El Ego y el Afán te matan lentamente y no te das cuenta

 
Buenos días amigos. Hay algo que por muchos años que viva no voy a poder entender y es la maldad humana. Un animal puede hacer daño instintivamente porque no es consciente de lo que hace, entonces eso se puede entender. Lo que yo no puedo entender como las personas pueden hacer tantísimo daño, sabiendo lo que hacen. Eso nunca lo entendido. Hoy voy a compartir con ustedes dos textos que he escrito últimamente. Dos reflexiones qué escrito. La primera se llama: Por qué y para qué. La maldad de algunas personas me duele a veces demasiado y sé que me tengo que acostumbrar a que no me duela y a que no me importe. Pero aún estoy aprendiendo esa lección de vida en la que una persona es capaz de cualquier cosa con tal de ser más y más. De inflar su ego y creerse el mejor. Capaz de pisar, mancillar y arrastrar por el fango a un semejante para colgarse una medalla de honores que al fin y al cabo solo alimenta su Ego y que dejará en este mundo cuando marche de él Me parece algo tan estúpido, que no consigo acostumbrarme.. Cuando pienso en lo corta qué es la vida y el daño que algunas personas hacen a los demás, me pregunto ¿Por qué, para qué? .Si la vida es tan corta como un suspiro. Quizás piensa que la otra vida van a tener grandes honores y riquezas si en esta mansilla desprecian y pisan a los demás y me sigo preguntando: ¿ Por qué y para qué?. Disculpen mis humildes letras y mi ignorancia. No soy escritora. Solo escribo lo que siento y a veces ni puedo escribir porque me duele demasiado. No soy adicta a las medallas y ni a los honores. Solo soy adicta a mi propia paz interior, la que no quiero perder jamás por nada ni por nadie. Está reflexión se llama: ¿ Por qué, para qué? en la voz de Tintero creativo. La segunda reflexión que voy a compartir se llama Boceto de Ecos y afanes, también es de mi autoría. De que poco nos sirven a todos tantos ecos y afanes para irnos luego cuando menos lo esperamos con las manos completamente vacías tal y como vinimos a este mundo. Bueno amigos, esta es la reflexión: Todo tiene un principio y un final, al igual que los tiene el día y la noche y hasta la propia vida. Todo llega en el momento justo y con los pasos contados, para ti, para mi y también para aquellos que piensa que jamás le llegará. Somos seres perecederos y vulnerables, que olvidan fácilmente lo que son. seres que se desgastan poquito a poco, hasta que un día dejamos atrás la materia que nos envuelve y partimos livianos hacia lo que nos está esperando, desde el mismo momento en que venimos a este mundo. Se desgasta el cuerpo y hasta se desgastan las brillantes ideas por las que muchos pelean e incluso llegan a matarse. Todo pasa a ser un boceto en el tiempo de aquello que fue un día y que poco a poco se borrará. Muchas veces me pregunto: ¿Para qué tantos afanes? Y sigo sin entender esa forma de proceder y de perder el tiempo tan estúpida. Esas intrigas y esos quehaceres a la pasos para conseguir un fin que con tanto afán se persigue. Todo para acabar siempre en el mismo sitio donde hemos empezado. Me ha venido a la mente una persona que conocí hace muchos años. Una persona que desgastó su cuerpo y su alma en conseguir algo que parecía vital para su existencia. Recuerdo que al final logró su ansiado objetivo y pensó que ya lo tenía toda la vida. Pero nada es para siempre. Todo es perecedero. Los laureles de lo que tanto había perseguido no duraron demasiado. Ni siquiera pudo paladear un poquito lo que tantas veces había imaginado y que al fin tenía entre sus manos. Al cruzar una calle un coche que circulaba demasiado deprisa acabó con su vida y con sus afanes. Allí quedó todo. Quedó su vida y quedaron todas las horas que no vivió y que perdió de una forma tan lamentable. En este mundo una vez construido el puzzle muchas veces se rompe sin previo aviso. ¿Alguna vez te has preguntado para qué?. Vamos a mirar el reloj de arena de nuestra vida. Quizás aún quede mucha arena por caer o quizás vaya por la mitad o tal vez haya caído la mayor parte de ella. Sea como fuere...¿Alguien sabe realmente cuenta arena queda en ese reloj que poquito a poco se va vaciando? La estupidez humana no tiene límites, cuando intenta que alguna forma acapara más de lo que necesita y puede retener entre las manos o dañar a otro por una idea que tiene en su cerebro y que ni siquiera le pertenece. ¿Para qué tantos afanes? si tanto te afanaste en tu vida por conseguir algo sin importarte el medio, solo el fin perseguido, recuerda buscar una buena maleta para meter todos tus afanes, laureles y logros. No olvides que ha de ser una maleta muy especial, fabricada para ese viaje sin retorno. De otra forma nada te vas a poder llevar. Nuestros días, nuestros minutos, nuestras horas y nuestros años se quedarán aquí en este mundo, en cada uno de sus giros. Aquí se quedará el eco de nuestras voces y la sombra de lo que hemos sido en esta vida y quizás la próxima generación pueda percibir nuestros afanes y ecos que flotaran por toda la eternidad. 
¿ Y nosotros a dónde iremos?

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.