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jueves, 9 de diciembre de 2021

Historia de la virgen de guadalupe y Juan Diego 12 de Diciembre

  Les voy a relatar una bella historia ocurrida el 12 de Diciembre. Un bello milagro que aconteció en México. 

Esta historia trata sobre la virgen de Guadalupe patrona de México y toda la América Latina y cuya imagen se encuentra en la Basílica de santa María de Guadalupe en las faldas del cerro Tepeyac de la ciudad de México.
Juan Diego era un humilde indio que vivía con su mujer y su tío Bernardino. En un día de sábado del año 1531 del mes de Diciembre, se dirigía en la fría madrugada a la ciudad de México
Al llegar a la altura del cerro Tepeyac, apenas estaba amaneciendo y fue entonces cuando escuchó una dulce voz que lo llamaba por su nombre. Juan Diego subió hasta la cumbre del cerro de donde procedía aquella bella y dulce voz. Al llegar a ella vio una hermosa señora que resplandecía como el mismo sol. La bella señora le habló de esta forma:
Juan Diego, soy la virgen María madre de Dios, que en su infinito amor y misericordia vela por todos sus hijos. 
Te pido hijo mío que vayas a presencia del Obispo  y le digas que me construya un templo en este lugar, para que todos mis hijos puedan orar en él con la fe de sus corazones y yo darles todo mi amor y auxilio.
Juan Diego corrió presuroso a cumplir la petición de la virgen. Pero al llegar a presencia del Obispo y decirle lo que había ocurrido, éste le dijo que  para construir el templo que le pedía, necesitaba una prueba de que la señora que se le había aparecido era la verdadera madre de Dios. 
Juan Diego regreso junto a la virgen y le dijo lo que había ocurrido. La virgen le pidió que al día siguiente subiera de nuevo al cerro y  que allí tendría la señal y  prueba que necesitaba.
Pero al llegar el día siguiente el tío de Juan Diego se puso muy enfermo. Tanto que estaba a punto de morir por lo que el muchacho salió presuroso a buscar un sacerdote, para que le diera los últimos sacramentos.
Cuando paso cerca del lugar donde debía encontrarse con la virgen, Juan Digo tomo otro camino. Debía buscar un sacerdote lo mas deprisa posible y no podía entretenerse. Pero entonces escuchó la voz de la señora que le decía;
¿A donde vas Juan Diego, hijo mío?
Mi tío se esta muriendo virgencita y voy a buscar un sacerdote.
No te preocupes Juan Diego, el más pequeño de mis hijos, tu tío sanará y no morirá.
Sube al cerro a buscar la prueba que te pidió el Obispo, allí la encontrarás.
Juan Diego subió hasta el lugar que le indicó la virgen y a pesar del gélido invierno y de la aridez del terreno pudo ver con asombro como las más bellas rosas habían brotado. Rápidamente las cortó y las envolvió en su manta. Después regreso al lado de la virgen para mostrárselas y ella le pidió que se las entregara al obispo. Juan Diego así lo hizo y cuando estuvo ante el Obispo desplego su manta y las rosas cayeron a suelo mientras en el tejido se formaba un bello grabado con la imagen de la virgen de Guadalupe.
El Obispo le pidió a Juan Diego que le condujera hasta el lugar donde la virgen había pedido que se construyera el templo. Allí colocó la imagen de la sagrada virgen de Guadalupe, corazón de México y al poco tiempo se inicio la construcción del bendito templo  en el barrio al que hoy se le conoce como la villa.
Juan Diego dijo al obispo que era la voluntad de la santa señora que se la llamara como la Siempre Virgen Santa María de Guadalupe


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