Cuando sientes que la vida
se hace añicos a tus pies
y sientes que todo tu mundo
se derrumba.
Recuerda que Rendirse
es el camino más fácil,
pero no es el camino.
tómate el tiempo necesario
para aceptar la situación
y lo que está ocurriendo.
Escúchate a ti mism@
y permítete sentir todo
lo que necesites sentir
para desahogarte.
Si necesitas llorar, llora.
Deja que las lágrimas arrastren
el dolor y limpien tu alma.
Recuerda que nada es para
siempre.
Esto también pasará
y se quedará en el pasado.
Ten paciencia.
Poco a poco volverá
la calma a tu vida.
Y recordarás que también
existieron lindos momentos.
La vida nos da una de cal
y otra de arena
y nada es para siempre.
todo tiene una parte buena
por malo que te pueda parecer.
De los peores momentos
que has vivido nacerá
tu mayor fortaleza.
Esta experiencia te ha preparado
para luchar con más fuerza.
Recuerda que siempre hay
cosas peores y rendirse
no es el camino.
Sigue siempre adelante
y no te rindas jamás
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