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miércoles, 16 de noviembre de 2022

¿Estás segur@ de que quieres ser parte de mi vida y te conviene estar en ella?

Si hoy estás en mi vidas, lo estás libremente y por que quieres estarlo. Conmigo no tienes obligaciones. Nada te voy a pedir. Por lo tanto si formas parte de mi vida, eres libre y no estás bligad@ a nada. Solo hay un detalle que es muy importante y primordial: Si no estás dispuest@ a aceptarme con mi propia forma de ser es mejor para los dos que salgas de mi existencia. No sería justo ni para ti ni para mi mantener algo que no puede existir.
Soy como soy. Ni mejor ni pero que nadie.  Simple y llanamente Soy así. Soy lo que sientes que soy, con mi propia forma de ser, tanto si te gusta como si no te gusta. Si sabes que no vas a poder mirarme de frente no tendrá sentido mantener algo que tarde o temprano fracasará.  A estas alturas y en estos momentos me duelen pocas cosas, porque ya me dolió demasiado y llega un momento en que te inmunizas al dolor y empiezas a retirarte de muchas personas y de muchas cosas. Piénsalo bien antes de quedarte en mi vida. Piensa bien lo que buscas y lo que quieres de mi. Porque quizás no soy yo y mi forma de ser lo que más te conviene. Por mi parte solo busco un poco de paz y tranquilidad. No soy la persona perfecta si es lo que buscas. Si buscas una  gran y excelente relaciones publica tampoco lo soy. Soy pésima para las relacione sociales y es que suelo decir lo que pienso y eso me suele traer problemas. Además de que no soy demasiado diplomática y lo de la mano izquierda no es lo mío. Pero me hace mucho bien ser yo misma y tener mi propia forma de ser y de pensar, sin tener que cambiarla por alguien, para complacer sus propias espectativas.
Recuerdo que hace años cuando aún no había llegado al punto de mi vida en el que me encuentro en estos momentos, solía esperar y siempre creía y tenía la esperanza de que todas las personas podían cambiar. Hoy por hoy puedo afirmar que eso no es posible . Cada uno tiene su propia esencia, incluida yo misma, que también tengo la mía y además... ¿Quién tiene derecho a pedirle a otra persona que cambie o que deje de ser ella misma para que cumpla nuestras propias expectativas?. 
 Quiero que sepas que estoy acostumbrada a estar sola y que la soledad ha formada parte muchas veces de mi vida. En esos momentos en los que estoy a solas con mi alma soy como el caracol, me recojo dentro de mi propio caparazón y creo mudos por los que suelo pasear. Cuando ocurre eso es difícil llegar hasta mi alma y es que la varita mágica de la creatividad tiene un poder asombroso.
No voy a cambiar. Eso lo se. Ni tampoco le voy a pedir a nadie que cambie, para que cumpla mis expectativas. Ante todo respeto la forma de ser de cada persona. Cuando alguien me duele demasiado, simplemente me retiro de su camino de vida, de la forma más discreta posible. Porque cada uno ha de seguir su propio camino y todo sabemos que el agua y el aceite por mucho que lo quieran no se pueden mezclar. 
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