Tú y yo sabemos todo el daño que has hecho. No me cabe la menor duda de que aún seguirás intentando hacer más, porque las personas no cambian y tú no has cambiado ni cambiarás jamás. No se como pero siempre has buscado la forma de dañar, aunque sea manipulando y utilizando a otros, para que lo hagan por ti. Pero no vas a tener respuesta alguna por mi parte. Me sentaré tranquilamente al lado de la corriente del río de la vida, como he hecho siempre y con la mayor calma esperaré. Esperaré a que el Dios del que siempre te has reído y en el que yo creo, ponga cada pieza del puzzle de la vida en el lugar que le corresponde. Ya se que cuando leas esto te reirás una vez más de mi en tu fuero interno, porque hagas lo que hagas y digas lo que digas para quedar bien de cara a la galería, tú nunca has creído en nada ni crees en nada y siempre te has reído de los ilusos que según tú nos pasamos la vida esperando ir al cielo.
Aunque tú no eres culpable de ser como eres. Tu esencia es esa y nada ni nadie la puede cambiar. La culpa no es tuya. La culpa es de aquellos que apoyan lo que haces y hacen la vista gorda para quedar bien delante de ti y del tumulto.
No se cuanto tiempo te queda todavía dando vueltas en este mundo, tampoco se el tiempo que me queda a mi. Pero te diré algo, aunque te rías de esta persona ilusa y extraña. Se que eres de risa fácil y más cuando alguien como yo se cruza en tu camino y te habla de estas cosas. Por lo tanto se que te vas a reír, pero lo cierto es que me importa bien poco tu reacción. Pero en fin, vamos a lo que vamos, te diré algo muy curioso y que durante mucho tiempo pensé que eran cosas mías, de esas intuiciones que a veces cruzan mi mente como un relámpago, pero curiosamente el otro día encontré a alguien que lo estaba exponiendo y me quedé muy asombrada al darme cuenta de que era lo mismo de lo que mi intuición me hablaba. Todos mientras caminamos por esta vida vamos formando nuestro propio cielo o nuestro propio infierno, con nuestras acciones y actos. Somos pura energía y esa energía se va transformado con cada cosa que hacemos. Unas veces se oscurece y otras se ilumina y así poquito a poco se va formando eso que llamamos cielo o eso que llamamos infierno y el día en que exhalamos el último suspiro la podemos ver allí, a nuestro lado, esperándonos, para acogernos y llevarnos al lugar que nos corresponde, donde esta la gran masa de la energía a la que pertenecemos, tanto si es una como si es otra, tanto si es luz como si es oscuridad. Bien sabemos todos que el agua y el aceite no se pueden mezclar y eso mismo ocurre con la energía formada durante nuestro camino de vida y es en esos últimos momentos cuando nos encontramos cara a cara con nuestro propio cielo o con nuestro propio infierno. No te preocupes solo son intuiciones de esta pobre loca soñadora y extraña. No tienes de que preocuparte.
Si me lo permites quería añadir algo más a este pensamiento mío o intuición, como tú quieras llamarlo: Hace mucho tiempo vi una película que se adapta perfectamente a esta idea de la que hoy te estoy hablando: Melodía desencadenada. Si no la has visto te aconsejo que la veas. Si la llegas a ver fíjate bien en una de sus escenas: Cuando muere la persona que ha hecho tantísimo daño y que por dinero traiciono a su amigo, saltándose todos los principios morales y lo condujo a la muerte. Cuando muere algo oscuro lo va a buscar y lo arrastra hacia el lugar donde le corresponde estar, su propio lugar. No es un demonio lo que lo arrastra y se lo lleva. Es su propia energía oscura, que él mismo ha ido formando poquito a poco con cada una de sus acciones. La energía que le corresponde y de la que forma parte. La energía que lo conducirá a su propio infierno que el mismo ha ido creando poco a poco con cada uno de sus actos.
No debes preocuparte demasiado por mis palabras, como bien sabes solo son cosas mías, de esta persona un tanto extraña. De todas formas se demasiado bien que esto solo te va a servir para reírte una vez más de mi forma de pensar y de sentir.
Aunque tú no eres culpable de ser como eres. Tu esencia es esa y nada ni nadie la puede cambiar. La culpa no es tuya. La culpa es de aquellos que apoyan lo que haces y hacen la vista gorda para quedar bien delante de ti y del tumulto.
No se cuanto tiempo te queda todavía dando vueltas en este mundo, tampoco se el tiempo que me queda a mi. Pero te diré algo, aunque te rías de esta persona ilusa y extraña. Se que eres de risa fácil y más cuando alguien como yo se cruza en tu camino y te habla de estas cosas. Por lo tanto se que te vas a reír, pero lo cierto es que me importa bien poco tu reacción. Pero en fin, vamos a lo que vamos, te diré algo muy curioso y que durante mucho tiempo pensé que eran cosas mías, de esas intuiciones que a veces cruzan mi mente como un relámpago, pero curiosamente el otro día encontré a alguien que lo estaba exponiendo y me quedé muy asombrada al darme cuenta de que era lo mismo de lo que mi intuición me hablaba. Todos mientras caminamos por esta vida vamos formando nuestro propio cielo o nuestro propio infierno, con nuestras acciones y actos. Somos pura energía y esa energía se va transformado con cada cosa que hacemos. Unas veces se oscurece y otras se ilumina y así poquito a poco se va formando eso que llamamos cielo o eso que llamamos infierno y el día en que exhalamos el último suspiro la podemos ver allí, a nuestro lado, esperándonos, para acogernos y llevarnos al lugar que nos corresponde, donde esta la gran masa de la energía a la que pertenecemos, tanto si es una como si es otra, tanto si es luz como si es oscuridad. Bien sabemos todos que el agua y el aceite no se pueden mezclar y eso mismo ocurre con la energía formada durante nuestro camino de vida y es en esos últimos momentos cuando nos encontramos cara a cara con nuestro propio cielo o con nuestro propio infierno. No te preocupes solo son intuiciones de esta pobre loca soñadora y extraña. No tienes de que preocuparte.
Si me lo permites quería añadir algo más a este pensamiento mío o intuición, como tú quieras llamarlo: Hace mucho tiempo vi una película que se adapta perfectamente a esta idea de la que hoy te estoy hablando: Melodía desencadenada. Si no la has visto te aconsejo que la veas. Si la llegas a ver fíjate bien en una de sus escenas: Cuando muere la persona que ha hecho tantísimo daño y que por dinero traiciono a su amigo, saltándose todos los principios morales y lo condujo a la muerte. Cuando muere algo oscuro lo va a buscar y lo arrastra hacia el lugar donde le corresponde estar, su propio lugar. No es un demonio lo que lo arrastra y se lo lleva. Es su propia energía oscura, que él mismo ha ido formando poquito a poco con cada una de sus acciones. La energía que le corresponde y de la que forma parte. La energía que lo conducirá a su propio infierno que el mismo ha ido creando poco a poco con cada uno de sus actos.
No debes preocuparte demasiado por mis palabras, como bien sabes solo son cosas mías, de esta persona un tanto extraña. De todas formas se demasiado bien que esto solo te va a servir para reírte una vez más de mi forma de pensar y de sentir.
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