Dicen que no existe Dios.
Muchos dudan de su existencia
y dicen que no existe.
Pero yo lo veo cada mañana
en mi ventana, con el primer
rayo de sol y lo escucho
en el canto de los pájaros
y en el rumor del viento.
Muchos desconfían
de la existencia de Dios.
Pero él me mira en la mirada
de la persona
que amo y desde el corazón
de cada flor.
Dios habla con mi alma
y le susurra palabras de la vida.
Me ha dicho que me ha regalado
un traje de piel y sangre
para que pueda cruzar la senda
de este mundo
y aprender todo lo necesario
antes de regresar a la casa
donde las alma aguardan
de nuevo la renovación.
Y todas las mañana al abrir
los ojos y contemplar la vida
Dios me habla con el corazón
de un nuevo milagro.
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