Adiós mi niña azul
ahora estás en lo más sagrado,
en ese Paraíso hermoso
donde todo es armonía y paz
Adiós mi niña azul
mi pajarita de cielo
ahora tu ternura forma parte
de lo sagrado
y yo no debo retenerte
con mi dolor.
Mi plumadita hermosa,
mi trocito de cielo,
te quiero mucho
y siempre va a estar
en mi corazón.
Has volado hasta
la gloria y la paz
y ahora estás con Dios,
seguro que con ternura
lo arrullas y picoteas
sus manos con cariño.
Dios estará tan feliz
de tener tu alma inocente
y pura junto a él.
Debo soltar este inmenso dolor
para que tu alma hermosa
sea completamente libre,
pero no es fácil para mi
mi plumadita querida.
Perdóname por dolerme
tanto tu partida,
no estaba preparada para perderte
mi tierno corazón azul,
perdóname por echarte tanto de menos,
quizás sólo es mi egoísmo el que te quiere
retener a mi lado,
no tengo derecho a detener
tu vuelo con mi dolor.
perdóname mi tierna plumadita
por costarme tanto dejarte ir,
sólo soy una humana que sufre
porque ha perdido una parte
de su corazón,
los humanos somos así,
sufrimos y lloramos
y muchas veces
se nos rompe el corazón.
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