Los malditos están malditos
porque se han manchado
las manos de sangre,
sangre que no mancha
pero que llora y duele
en lo más profundo
de las entrañas.
Los malditos están malditos
porque caminan
por esta tierra bendita
y la maldices cada día
con sus huellas.
Los malditos están malditos
porque cortan con tijeras
de maldad lo mejor de este mundo
y el regalo de la vida.
Los malditos están malditos
porque carecen de alma y de corazón
y a pesar de ello se pasean
por esta vida con sonrisa falsa
dibujada en los labios y cara
cubierta con máscara muy aparente.
Y en definitiva los malditos
están maldito,
no porque nadie los maldiga,
están malditos porque ellos mismos
se maldicen cada día
con sus acciones

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