Amigo trabajador
tu actividad y esfuerzo
sagrados son,
por tener la importante misión
de contribuir con tu labor diaria
a hacer de este mundo un lugar mejor.
Estamos pasando duros momentos
momentos de distanciamiento
y mucha necesidad.
La pandemia ataca
sin piedad,
nuestras vidas, economía
y nuestro bienestar.
Se lleva el pan de nuestras mesas
nuestra salud, alegría y libertad.
Compañero que tanto has trabajado
sin descanso, día a día, sin cesar,
para tu familia poder alimentar.
A ti compañero,
que Ahora te ves
con las manos atadas
sin poderlo remediar.
Con el cierre de negocios,
sin esperanza, sin trabajo,
pasando por esta calamidad.
Como el puzle de piezas
que han de encajar
en su lugar
todo empieza a fallar,
el campo, la industria
la hostelería y hasta
el trabajo artesanal.
Esta pandemia
la salud, el pan, la alegría
y nuestros bellos momentos
nos quiere robar
Nuestra esperanza puesta
en Dios, en la ciencia y en nuestra
responsabilidad está
A ti que curas con tus manos
A ti que amasas el pan
A ti que cultivas el campo,
a los hosteleros
y a todos los trabajadores
este poema quiero dedicar.
Compañeros con fe
y esperanza
vamos juntos
en la misma dirección
a remar.
Y unidos
a buen puerto
vamos todos a llegar
Este virus no nos podrá
derrotar.

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