A mis espaldas hablabas
y yo ciega y sin saber,
creyendo que eras mi amiga
que me querías y respetabas,
confiando en tu gran cariño
y en tu buen hacer.
Como Judas te portaste,
dejando que murmuraran
de mi,
sin mover un solo dedo
consintiendo la calumnia vil.
Me traicionaste a mi,
a mi que te quería
y confiaba en ti.
Mucho me dolió
tu traición.
Tanto me dolió
que intenté pensar
que no era verdad,
que solo era
un mal entendido
y una triste confusión.
Pero la evidencia lo venía
a demostrar.
La que yo creí mi amiga
era un judas, nada más.
Y tuve que cerrar la puerta
de mi alma,
para que no me dañaras más.
Y te saqué de mi corazón
con mucho dolor.
Y ahora que ya estoy curada
de tu traición,
te lo digo por si no te distes
cuenta, te lo digo sin dolor:
En esta historia
hemos perdido las dos,
pero tu has perdido
más que yo,
yo perdí una mala amiga,
tu perdiste una persona
que te quería con el corazón
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.